Sobre proteger, sobreproteger y el cuento de la mariposa

Adolescencia, Apego, Consejos Altea, Orientación familiar, Sin categoría, Social / 16.11.2018
El esfuerzo que la mariposa debe hacer para salir de la crisálida es necesario para su supervivencia futura

El esfuerzo que la mariposa debe hacer para salir de la crisálida es necesario para su supervivencia futura

Un niño iba dando un paseo por el campo con su abuelo, cuando de repente vio a una mariposa intentando salir de su crisálida pendiendo de un junco cercano. El niño enseguida percibió que a la mariposa le costaba trabajo salir, juzgando que no tenía suficiente fuerza para ello. Corriendo fue a auxiliar al frágil animal, con la intención abrir con sus propias manos la cárcel que la envolvía. Presto, el abuelo le detuvo:

– ¿Qué pasa abuelo? –preguntó el niño-. ¿Por qué me detienes? ¿No ves que esta mariposa no tiene fuerzas para salir por sí misma? Debemos ser buenos con ella. ¡Quiero ayudarla!

El abuelo, curtido por la experiencia, le respondió:

-Sé que parece lo que dices, y sin embargo es lo que no puedes ver.

-No entiendo abuelo –dijo el niño perplejo.

-Si tú ahora ayudas a esa mariposa a salir de su crisálida le estarás quitando la oportunidad de hacerse fuerte por sí misma, fortaleza que sin duda necesitará para sobrevivir en el futuro. Tu intención es muy positiva, pero el mecanismo es malo para ella.  Si no dejas que se haga fuerte, la matarás sin darte cuenta. 

A través de este cuento, podemos entender que proteger y sobreproteger no es lo mismo. El sufijo sobre- advierte exceso. Veamos algunos ejemplos:

SITUACIÓN 1

Un niño llega a casa quejándose de que su profesor le ha ridiculizado delante de toda la clase.

Proteger: Como padre o madre, tener una conversación con el niño donde empaticemos con su sentimiento de vergüenza. Luego, entrenarle en una conversación que él mismo deberá llevar a cabo con el profesor, en privado, para transmitirle cómo se sintió.

Sobreproteger: Ir al colegio a cantarle las cuarenta al profesor.

Sobreproteger es hacer las cosas cosas por ellos, no permitiendo que aprendan a través de la experiencia.

Sobreproteger es hacer las cosas por ellos, no permitiendo que aprendan a través de la experiencia.

SITUACIÓN 2

Una niña está aprendiendo a montar en bicicleta.

Proteger: Decirle con muchísima confianza que el miedo es natural y que es normal que lo sienta, está aprendiendo algo nuevo. Que podrá caerse y que estamos convencidos de que también podrá levantarse tantas veces como sea necesario. Así es la vida y así es aprender a montar en bicicleta. Aquí estaremos cuando se haga daño, no estará sola en ningún momento.

Sobreproteger: Advertirle continuamente todo lo que le puede pasar si no tiene cuidado, recordarle que esté pendiente de todo, que cuide bien de mantener el equilibrio porque de lo contrario se caerá y correr a su lado para sostenerla cuando vaya a caerse.

Aprendemos de los errores. Hipervigilar a una persona implica no dejarle espacio ni libertad para que aprenda

Aprendemos de los errores. Hipervigilar a una persona implica no dejarle espacio ni libertad para que aprenda por sí misma

SITUACIÓN 3

Un niño lleva varios días olvidando apuntar sus deberes en la agenda.

Proteger: Tener una conversación con él en la que charlemos sobre lo importante que es hacerse cargo de las responsabilidades y las consecuencias de no hacerlo a medio-largo plazo. Luego, ver las opciones que tiene para que él mismo resuelva su problema.

Sobreproteger: Desvivirse en el grupo de whatsapp de madres y padres hasta saber qué deberes tiene el niño y luego decírselo para que los haga.  

Permitir que haga lo que quiera sin ningún tipo de límites también es sobreproteger

Permitir que haga lo que quiera sin ningún tipo de límites ni normas también es sobreproteger

Como vemos, SOBREPROTEGER siempre va a ser más fácil que proteger, porque sobreproteger implica menos tiempo de acción, menos conversaciones pedagógicas, hacernos cargo como adultos de situaciones que nosotros controlamos en un momento y alivia la ansiedad o tensión que sentimos como padres al ahorrarle ciertos malestares a nuestros hijos.

En cambio, PROTEGER implica que el niño debe adquirir su fuerza (como la mariposa) de su propio esfuerzo, lo que requiere estar comprometidos (que no implicados) con sus problemas, tener muchas conversaciones (raramente sale bien a la primera), invertir mucho más tiempo en resolver problemas que como adultos lo solucionaríamos en un momento y, sobre todo, vivir la presión que como padres nos genera el tener que ver de reojo como nuestros hijos se equivocan, se caen, se hacen daño y sufren.

La sobreprotección puede generar apego inseguro o generalizado, haciendo que las personas sientan emociones de rechazo o ambivalentes hacia sus progenitores

La sobreprotección puede generar apego inseguro o desorganizado, haciendo que las personas sientan emociones de rechazo o ambivalentes hacia sus progenitores

Esto, que es más difícil de decir que de hacer, tiene las siguientes VENTAJAS:

  • Las personas protegidas (que no sobreprotegidas) no se vuelven exigentes con el mundo porque conocen los mecanismos propios para resolver sus problemas, por lo que no necesitan exigirle a nadie las soluciones.

  • Adquieren flexibilidad cognitiva (lo que se traduce en felicidad), ya que las mentes rígidas tienden más a la desesperanza al percibir los problemas como incontrolables y, las mayores veces, irresolubles.

  • Se gana tolerancia a la frustración, lo que se traduce en un saber esperar, entender que algunas cosas no son inmediatas, que hay que vivir la tormenta y pensar en cómo gestionar la situación hasta llegar a la calma, que no pasa nada por caerse de la bicicleta treinta y cinco veces y que la vida no siempre sale como nos gustaría. Esto a la larga también es fortaleza y felicidad.

  • Estas personas se hacen solventes ante los problemas, primera habilidad imprescindible para vivir en el mundo real, donde la piedad y la compasión no siempre están presentes.

  • Estas personas saben (de sabiduría) valorar cada experiencia como una fuente de aprendizaje, no como una fuente de frustración. Así, cada acontecimiento, aunque vivido como negativo, les sirve para avanzar en la vida.

  • Por último, estas personas se hacen más inteligentes, ya que resolver problemas por nosotros mismos aumenta nuestra creatividad, la búsqueda de opciones, la resolución de problemas, la comunicación intrapersonal (diálogo interior) e interpersonal; ganando con todo ello riqueza cognitiva, emocional y comportamental.

Una personalidad sana se sustenta sobre los aprendizajes que derivan del error, de las situaciones dolorosas y de los conflictos tanto internos como externos

Una personalidad sana se sustenta sobre los aprendizajes que derivan del error, de las situaciones dolorosas y de los conflictos tanto internos como externos

UN HIJO PROTEGIDO SERÁ ALGUIEN QUE ADEMÁS DE HABER RECIBIDO AMOR, COMPRENSIÓN Y APOYO POR PARTE DE SUS SERES QUERIDOS, TAMBIÉN HABRÁ RECIBIDO LA OPORTUNIDAD DE ADQUIRIR FORTALEZA Y HABILIDAD PARA LA VIDA REAL

UN HIJO SOBREPROTEGIDO SE HACE INÚTIL ANTE LAS MILES DE FRUSTRACIONES QUE TODO SER HUMANO DEBE AFRONTAR

Alfonso García-Donas

Psicólogo

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