Los niños con Alta Sensibilidad

Comunicación, Consejos, Consejos Altea, Infancia, Orientación familiar, Problemas en la infancia, Problemas escolares, resolución de conflictos / 06.04.2022

¿Qué es la Alta Sensibilidad?

La Alta Sensibilidad no es una enfermedad sino una característica que está presente en un porcentaje de la población relativamente bajo (entorno a un 15% o 20%, según la APAS). Aunque la Alta Sensibilidad tiene un componente genético, también puede deberse a experiencias sensoriales intensas en edades tempranas.

Los niños con esta característica presentan mayor sensibilidad a nivel emocional, un sistema nervioso central más reactivo ante estímulos sensoriales y, por tanto, un cerebro más perceptivo que recibe una gran cantidad de información de forma simultánea. Esto ocasiona que, ante situaciones totalmente normales y tolerables para otros niños, los niños con Alta Sensibilidad llegan a saturarse tanto física como emocionalmente y, en ocasiones, puede producirles ansiedad.

Los niños con Alta Sensibilidad cuentan con una gran inteligencia emocional, haciendo suyas las emociones de los demás, incluso a través de una película o un cuento. Además, les es difícil adaptarse a los cambios y las emociones fuertes no las llevan bien. Les supone un esfuerzo tomar decisiones rápidamente debido a su percepción profunda de la realidad. En ocasiones, hay uno o varios sentidos más desarrollados y suelen tener una gran capacidad creativa.

captura - <strong>Los niños con Alta Sensibilidad</strong>

Características claves en los niños con Alta Sensibilidad:

Saber detectar la Alta Sensibilidad de un niño es importante a la hora de comunicarnos de forma efectiva y para proporcionarles las rutinas y el control que precisan.

 Algunas características claves en estos niños son:

  • Reacciones exageradas del tipo: llanto, ira, tristeza profunda.
  • Pueden presentar alergias o pieles atópicas, así como dificultad para conciliar el sueño.
  • Se muestran tímidos, reservados y perfeccionistas dando preferencia a las situaciones de tranquilidad.
  • Son muy empáticos y sensibles.
  • Somatización del estrés.
  • Pueden ser sensibles al dolor, a la luz, los ruidos, o a que, simplemente, los toquen, a los gritos o al conflicto, lo que puede provocar que se bloqueen rápidamente en situaciones violentas o desbordadas.
  • Bloqueos e irritabilidad en determinadas situaciones.

¿Cómo ayudarles?

  • Implantar rutinas para darle seguridad, estabilidad y equilibrio y así reducir su estrés.
  • La anticipación a los cambios que se puedan producir aumentará la probabilidad de aceptación.
  • Ayudar en su autorregulación comprendiendo la situación y utilizando una voz tranquila y sosegada.
  • Permitir momentos de inactividad para ayudarles a autorregularse.
  • Facilitar la toma de decisiones.
  • Entender las reacciones, los detonadores de cada niño y utilizar distracciones, es clave para manejar los desafíos sensoriales.

Y, por último, darles mucho afecto y cariño, que es la mejor medicina para nuestros pequeños.

También podría resultarte útil nuestro artículo sobre Trastornos del Espectro Autista.

Beatriz González Alba

Psicóloga Sanitaria y Logopeda

Los niños con Alta Sensibilidad

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