¿Qué es la Alta Sensibilidad?
La Alta Sensibilidad no es una enfermedad sino una característica que está presente en un porcentaje de la población relativamente bajo (entorno a un 15% o 20%, según la APAS). Aunque la Alta Sensibilidad tiene un componente genético, también puede deberse a experiencias sensoriales intensas en edades tempranas.
Los niños con esta característica presentan mayor sensibilidad a nivel emocional, un sistema nervioso central más reactivo ante estímulos sensoriales y, por tanto, un cerebro más perceptivo que recibe una gran cantidad de información de forma simultánea. Esto ocasiona que, ante situaciones totalmente normales y tolerables para otros niños, los niños con Alta Sensibilidad llegan a saturarse tanto física como emocionalmente y, en ocasiones, puede producirles ansiedad.
Los niños con Alta Sensibilidad cuentan con una gran inteligencia emocional, haciendo suyas las emociones de los demás, incluso a través de una película o un cuento. Además, les es difícil adaptarse a los cambios y las emociones fuertes no las llevan bien. Les supone un esfuerzo tomar decisiones rápidamente debido a su percepción profunda de la realidad. En ocasiones, hay uno o varios sentidos más desarrollados y suelen tener una gran capacidad creativa.
Saber detectar la Alta Sensibilidad de un niño es importante a la hora de comunicarnos de forma efectiva y para proporcionarles las rutinas y el control que precisan.
Algunas características claves en estos niños son:
Y, por último, darles mucho afecto y cariño, que es la mejor medicina para nuestros pequeños.
Beatriz González Alba
Psicóloga Sanitaria y Logopeda