La neurociencia ya nos ha contado en multitud de ocasiones los beneficios de abrazar. Veamos algunos los beneficios más significativos del abrazo:
Como vemos, los beneficios de abrazar y ser abrazados son múltiples y todos positivos. No conocemos perjuicio alguno en el acto de abrazar.
Sin embargo, en estos tiempos en los que por responsabilidad social, debido al Covid-19, no podemos abrazar a nuestros seres queridos más allá de aquellos con los que cohabitamos, queremos hablaros de algunos actos que bien podrían representar una especie de sustitutivos al abrazo.
Por supuesto, abrazar es abrazar, pero mientras no podamos:
1. Practica la amabilidad: frecuentemente la amabilidad se responde con más amabilidad. Por lo tanto, ser amable con las personas también liberará en ti una química de recompensa y gratificación.
2. Se agradecido: ante la incertidumbre, agradece cada cosita que te siente bien, cada gesto, cada buena noticia. Nos referimos a un agradecimiento honesto, interno, sincero, incluso silencioso. A nuestras células no les hace falta hablar para sentir el beneficio de la gratitud.
3. Habla con tus vecinos: promociona tus relaciones sociales aunque sea de balcón a balcón. Tu mente se enterará de que no estamos solos, que hay alguien al otro lado, cuidando nuestra parte más primitiva de seres sociales.
4. Haz videollamadas con tus seres queridos: te te ayudará a sentirlos cerca, te harán sonreír, pasar un buen rato y sentir que siguen bien y están ahí. Como siempre.
5. Intenta no inmiscuirte (o cuando menos implicarte emocionalmente) demasiado en refriegas conflictivas a través de redes sociales: puede que el impulso sea imperioso, pero la química liberada en las refriegas (aunque sean dialécticas) no siempre es la mejor, ya que responde a emociones como ira, vergüenza, rencor o incluso culpabilidad a posteriori.
6. Di te quiero tantas veces te nazca: Es de los mejores sustitutivos al abrazo porque es un gesto de amor que, aunque verbal, informa a las células de nuestro cuerpo que amamos y somos amados.
7. Pide disculpas: si por el estrés natural de la cuarentena te sientes irascible y tus comentarios han podido herir a alguien, no temas en pedir disculpas. Esto nos ayuda a sentirnos humanos y a recibir el perdón de las otras personas. Esto siempre es gratificante.
8. Perdona: en un sentido etimológico perdonar (per-donar, para dar) significa volver a dar. ¿El qué? Todo aquello bueno que tienes dentro que de otra manera se vería secuestrado por el rencor e incluso el sentimiento de venganza.
9. Busca estímulos que te hagan sonreír: durante el confinamiento hay tiempo para todo, pero no se nos puede olvidar reír. Hoy más que nunca es fundamental, precisamente cuando el río está más revuelto.
10. Realiza actividades reconfortantes para liberar dopamina: deporte, lectura, vídeos de humor, películas de comedia, conversaciones interesantes, seminarios web de temas que te resulten divertidos o sean de tu interés…
Y por supuesto… ABRAZA DIARIAMENTE A AQUELLOS CON LOS QUE CONVIVAS. Es importante que estemos más unidos que nunca ante un enemigo que es común para todos por igual, independientemente de cualquier otra cosa.