Las conductas inadaptadas pueden llevar a comportamientos delictivos serios si no se atajan a tiempo
Entendemos las conductas inadaptadas (o inadaptación) como un desajuste que la persona vive con respecto a la sociedad en la que vive, así como las normas y leyes que la sostienen.
Hablamos de conductas inadaptadas para referirnos al abuso de algún tipo de droga, ejercer la violencia de forma indiscriminada, tener comportamientos antisociales como robos, peleas o promiscuidad y abuso sexual… Pero que un comportamiento esté desajustado del convencionalismo social no lo hace en sí mismo inadaptado. Para que tenga tal cualidad, debe producir malestar o daño tanto a la persona que lo ejerce como a otras personas. Nos referimos a que cuando un comportamiento, aunque no se ajuste al marco social, no cumpla con ese requisito, entonces no se consideraría inadaptado porque no provoca malestar o daño alguno.
Encontramos conductas inadaptadas en adultos, pero especialmente en adolescentes. La razón posiblemente sea que el adulto inadaptado no acude habitualmente a una consulta clínica a no ser que alguien le haga ver que necesita ayuda. Pero con el adolescente es diferente, sólo una conducta inadaptada puede despertar lógicamente la alarma en sus padres, por lo que frecuentemente acuden a consulta para ver qué está pasando.
Cuando un adolescente lleva a cabo una conducta inadaptada, puede ser por varios motivos. Simplificándolo mucho, sabemos que un adolescente inadaptado es un adolescente que se está revelando contra el sistema. Por cualquier circunstancia, en su mente el sistema ha dejado de funcionar o tiene la creencia de que nunca fue benévolo con él (donde decimos sistema, decimos instituto, familia, amigos, etc.). En este caso, no es extraño encontrar chicos y chicas que llevan a cabo conductas de riesgo cuya funcionalidad es muy variopinta, desde la necesidad de encajar en un grupo social hasta llamar la atención de manera inconsciente, pasando por un malestar oculto que aflora de esa manera.
Sea como sea, en adultos o adolescentes, las conductas inadaptadas deben ser tratadas a tiempo para que no escalen a comportamientos delictivos más serios, o acaben por transformarse en un problema que distorsione de manera permanente la vida de una persona.
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