LA AUTOCOMPASIÓN: TRATARSE BIEN A UNO MISMO

Adolescencia, Adultos, Autoestima, cambios emocionales, Crecimiento personal, Inseguridad / 18.12.2021
MANO CORAZÓN AUTOCOMPASIÓN

¿Qué es la autocompasión?

Muchas veces hemos oído aquello de que tenemos que sanar la relación con nosotros mismos, aprender a tratarnos bien. Pero si fuese tan fácil todo el mundo lo haría. El propósito del presente artículo es exponer una de las técnicas terapéuticas más recientes que se ha demostrado eficaz para conseguir ese objetivo: la autocompasión.

El concepto de autocompasión proviene de la cultura budista, siendo relativamente reciente su apreciación en occidente. Kristin Neff, la investigadora más destacada en el estudio de la autocompasión, la define como la facultad de tratarse con amabilidad a uno mismo, reconociendo los propios déficits, buscando la felicidad y aceptando plenamente las limitaciones.

LOS 3 COMPONENTES DE LA AUTOCOMPASIÓN

La autocompasión es un constructo formado por tres componentes principales que interactúan entre sí: la auto-amabilidad, la humanidad común y la atención plena o mindfulness.

Auto-amabilidad (VS autocrítica)

AUTOAMABILIDAD MANOS EN CORAZÓN

Cuando estoy pasando por un momento difícil, me procuro el cuidado, la atención y el afecto que necesito.

La auto-amabilidad (self-kindness) consiste en saber tratarse de forma bondadosa a uno mismo, con una actitud comprensiva y libre de juicios y críticas. Esta característica será fundamental, sobre todo, cuando se cometen errores o se experimentan dificultades.

En esas ocasiones, la auto-amabilidad supone aceptar la verdad de que los seres humanos somos imperfectos, cometemos errores, no siempre conseguimos lo que queremos y nos enfrentamos con frecuencia a eventos que nos provocan sufrimiento. Implica poder tratarse con comprensión, cariño y apoyo ante la adversidad, en lugar de criticarnos, enfadarnos con nosotros mismos y machacarnos por cada fallo, limitación o problema.

Humanidad compartida (en vez de sentimiento de aislamiento)

HUMANIDAD COMPARTIDA MANOS JUNTAS CORAZÓN

Cuando me siento inadecuado, recuerdo que se trata de un sentimiento que la mayoría de la gente ha experimentado, en ocasiones.

Se puede resumir este componente en la toma de conciencia de que el sufrimiento y la imperfección son características naturales del ser humano. De esta forma se llega a la conclusión de que toda la humanidad está conectada por esta verdad. Al contrario, lo que suele ocurrir es que cuando nos enfrentamos al dolor o a las equivocaciones, acababamos sintiéndonos raros, inadecuados o diferentes. Sin embargo, todos somos vulnerables e imperfectos, así que todos sufriremos de algún modo, estando así conectados por esta realidad.

Este componente también se refiere al hecho de que nuestros sentimientos y pensamientos están influidos por factores que no dependen de nosotros (genética, crianza, cultura, experiencias vividas, comportamiento de los demás, etc.) y nos permite ser más comprensivos con nuestros fallos. De esta forma, la humanidad compartida es la alternativa compasiva a la tendencia a la comparación insana y la competitividad.

Atención plena (en vez de identificarse con pensamientos o emociones)

mindfulness atención plena cerebro

Acepto mis emociones y pensamientos, por duros que puedan parecer.

La atención plena o mindfulness consiste en vivir el momento presente sin sobreidentificarse con las propias emociones y pensamientos. Con una actitud de aceptación se observan las experiencias internas sin tratar de suprimirlas o, por el contrario, magnificarlas. Viendo a los pensamientos y sentimientos como lo que son, ni más ni menos.

La atención plena, por tanto, implica ser conscientes de la experiencia presente de una forma clara y equilibrada. No ignoramos lo que no nos gusta ni tampoco nos centramos en ello en exceso. También consiste en reconocer cuándo nos sentimos mal (en lugar de ignorarlo) pero con una actitud objetiva. Es decir, sin obsesionarnos con pensamientos y emociones desagradables que nos impiden ver las cosas con nitidez y ser resolutivos.

Qué no es autocompasión

Mucha gente teme  ser autocompasiva y tiende a ser autocrítica, para evitar caer en la autoindulgencia o el victimismo, pero no debemos confundirla con estos dos

Diferencias entre autocompasión y victimismo

No debemos confundir autocompasión con victimismo. Esta última constituye una actitud egocéntrica y contraproducente que lleva a las personas a exagerar sus problemas, sintiendo que son los únicos que sufren (ignorando la humanidad compartida) y quedando estancados en sus problemas.

Diferencias entre autocompasión y autoindulgencia

La autocompasión tampoco tiene que ver con la autoindulgencia, la cual implica hacer lo que a uno le apetezca sin esforzarse por mejorar y hacer las cosas lo mejor posible. Sin embargo, igual que al educar a un niño no le permitimos hacer todo lo que quiere, la autocompasión también implica no darnos todos los caprichos en el momento, si no tratar de conseguir nuestras metas mientras aprendemos de nuestros errores.

De hecho, las investigaciones realizadas en torno a la autocompasión la relacionan con una mayor iniciativa personal hacia la mejora, ayudando a conseguir las metas de forma sana.

Cómo ser más autocompasivo

Si crees que te vendría bien trabajar en la forma de ser más autocompasivo, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de profesionales.

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Irene Cazorla.

Psicóloga Sanitaria.

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