Es natural sentir inseguridades en algún aspecto de nuestras vidas y tener falta de confianza, dudar de nuestras habilidades o pensar negativamente sobre uno mismo. Sin embargo, si estas experiencias se convierten en una constante e interfieren con nuestro bienestar, podemos tener problemas de baja autoestima. En este artículo veremos en qué consiste tener una autoestima baja y el impacto que puede causar en la vida de las personas.
La autoestima, la autoimagen o el autoconcepto son términos referidos al modo en que nos vemos y pensamos de nosotros mismos. El ser humano tiene la capacidad de ser consciente de sí mismo, y por ello, de medir su propia valía o la de algunos aspectos del “yo”.
¿Has estado alguna vez insatisfecho/a contigo mismo en tu totalidad? ¿Has pensado alguna vez que eres débil, estúpido/a, no lo bastante bueno/a, con defectos de algún tipo, inferior que otra gente, inútil, sin valía, no atractivo/a, feo/a, un/a perdedor/a, o un error? Mucha gente usa estas palabras para referirse a sí mismo/a en alguna ocasión, normalmente cuando pasan por situaciones estresantes y retos. Sin embargo, si piensas así sobre ti mismo/a con frecuencia, puede que tengas problemas de autoestima.
La baja autoestima consiste en tener una opinión generalmente negativa de uno/a mismo/a, juzgándose o valorándose negativamente como persona.
Aquí tenemos algunos ejemplos de lo que la gente con baja autoestima puede decir sobre sí misma:
En definitiva, la gente con baja autoestima suele tener una serie de creencias básicas negativas muy profundamente arraigadas sobre el tipo de persona que es.
La baja autoestima puede afectar varios aspectos de una persona.
Una persona con baja autoestima probablemente diga muchas cosas negativas sobre sí misma. Pueden criticarse a sí mismos, a sus acciones y habilidades, o bromear sobre ellos mismos de una manera muy negativa. Pueden menospreciarse, dudar de sí mismos o culparse cuando las cosas salen mal. A menudo, pueden no reconocer sus cualidades positivas. Cuando se les hacen cumplidos, pueden ignorar esos comentarios o decir que «fue cuestión de suerte» o «no fue un gran problema». En cambio, podrían centrarse en lo que no hicieron o los errores que cometieron. Las personas con baja autoestima pueden esperar que las cosas no les salgan bien. A menudo pueden sentirse tristes, deprimidos, ansiosos, culpables, avergonzados, frustrados y enfadados. Pueden tener dificultades para expresar sus necesidades, evitar desafíos y oportunidades, o ser demasiado agresivos en sus interacciones con los demás.
Es posible que las personas con baja autoestima consigan menos de lo que realmente pueden porque creen que son menos capaces que otros. Es probable que eviten los desafíos por temor a no hacerlo bien. Pueden trabajar extremadamente duro y esforzarse más porque creen que necesitan compensar, o cubrir, su falta de habilidad. Pueden tener dificultades para creer que los buenos resultados que obtienen se deben a sus propias habilidades o cualidades positivas.
Las personas con baja autoestima pueden enfadarse o sentirse angustiadas por cualquier crítica o desaprobación, desvivirse por complacer a otros, ser extremadamente tímidas o conscientes de sí mismas o incluso evitar o huir de la intimidad o el contacto social. También es probable que sean menos propensos a defenderse o protegerse de la intimidación, las críticas y los abusos por parte de sus compañeros o familiares.
Las personas con baja autoestima pueden no participar en muchas actividades recreativas o de ocio, ya que pueden creer que no merecen ningún placer o diversión. También pueden evitar actividades donde puedan ser juzgados o evaluados de alguna manera, como deportes competitivos, baile, clases de arte/artesanía o participar en cualquier tipo de competición o exhibición.
Las personas que no se valoran pueden beber cantidades excesivas de alcohol o consumir drogas. Puede que no se molesten en vestirse bien, usar ropa limpia, peinarse o comprar ropa nueva. Por otro lado, podrían tratar de ocultar cualquier insuficiencia asegurándose de que se atiende cada detalle de su apariencia y no dejarse ver por otros a menos que se vean absolutamente perfectos.
La baja autoestima puede ser parte de un problema actual, el resultado de otros problemas, o un problema en sí mismo y un factor de riesgo para desarrollar otros problemas de salud mental. Si crees que estás teniendo dificultades de autoestima, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de psicólogos y empezar a trabajar en el fortalecimiento del autoconcepto.
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Psicóloga Sanitaria.
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