Durante los meses de otoño e invierno, muchas personas pueden sentirse tristes, cansadas o apáticas. Algunas pueden incluso llegar a experimentar un tipo de depresión transitoria denominada Trastorno Afectivo Estacional. Este tipo de depresión puede afectar hasta un 10% de la población y está asociada a los cambios estacionales, generalmente otoño e invierno, pero también primavera, finalizando cuando la estación ha pasado.
Las causas de estos cambios en el estado de ánimo son varias, pero el principal responsable es la disminución en las horas de luz solar que tiene varios efectos sobre nuestro organismo.
En la mayoría de los casos, los síntomas del trastorno afectivo estacional aparecen a fines de otoño o a principios del invierno y desaparecen durante los días más soleados de primavera y verano. Con menor frecuencia, las personas que muestran el patrón opuesto tienen síntomas que empiezan en la primavera o el verano. Los síntomas pueden ser leves al principio y agravarse a medida que avanza la estación.
Los signos y síntomas del trastorno afectivo estacional pueden ser:
Se desconoce la causa específica del trastorno afectivo estacional, siendo la principal responsable la disminución de las horas de luz solar. Algunas de las posibles causas son los siguientes:
–El reloj biológico (ritmo circadiano). El nivel reducido de luz solar en otoño e invierno puede provocar la aparición del trastorno afectivo estacional de invierno. Esta disminución de la luz solar puede alterar el reloj interno del cuerpo y provocar sentimientos depresivos.
–Niveles de serotonina. Una caída de la serotonina, neurotrasmisor que afecta el estado de ánimo, podría intervenir en el trastorno afectivo estacional. La reducción de la luz solar puede provocar una caída de la serotonina capaz de provocar depresión.
–Niveles de melatonina. El cambio de temporada puede alterar el equilibrio del nivel de melatonina en el cuerpo, lo cual interviene en los patrones de sueño y en el estado de ánimo.
El trastorno afectivo estacional se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, siendo más frecuente en adultos jóvenes que en adultos mayores.
Algunos factores que pueden aumentar los riesgos de padecer trastorno afectivo estacional son:
–Antecedentes familiares. El tener familiares consanguíneos con este trastorno u otra forma de depresión, aumenta la probabilidad de padecerlo.
–Tener depresión mayor o trastorno bipolar. El padecer alguno de estos trastornos, influye en el empeoramiento de los síntomas de la depresión según la estación.
–Vivir lejos del ecuador. El trastorno afectivo estacional parecer ser más frecuente entre personas que viven bien al norte o al sur del ecuador. Puede deberse a una menor cantidad de luz solar durante el invierno y porque los días durante los meses de verano son más largos.
El trastorno afectivo estacional puede empeorar y dar lugar a problemas si no se trata. Algunos de ellos pueden ser:
El tratamiento puede ayudar a prevenir complicaciones.
El tratamiento del trastorno afectivo estacional puede comprender fototerapia, medicamentos y psicoterapia.
También podemos poner en marcha ciertos hábitos para mejorar los síntomas del Trastorno Afectivo Estacional. Cómo son:
Mantener unos hábitos de sueño saludables, ayuda a evitar trastornos relacionados con los ciclos circadianos:
El ejercicio físico tiene beneficios a nivel fisiológico y a nivel de nuestra salud mental, teniendo un efecto antidepresivo demostrada. Por tanto, es bueno realizar ejercicio con una periodicidad de 4 a 5 veces por semana y se debe de practicar al menos 2 horas antes de dormir, ya que puede dificultar conciliar el sueño.
Seguir una dieta equilibrada es fundamental. Por ello, es importante aumentar la cantidad de alimentos ricos en triptófano (como las legumbres, frutos secos, lácteos y pescados azules), ya que es el precursor de la serotonina y la melatonina. El magnesio y vitaminas del grupo B (especialmente B6), también son necesarias para el el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Es importante consumir legumbres, frutos secos, cereales integrales, plátanos, pescados azules, espinacas y chocolate negro.
Si crees sufrir Trastorno Afectivo Estacional, no ignores ese sentimiento que tienes todos los años. No lo consideres un simple caso de “tristeza invernal” o un “bajón estacional” con el que tienes que lidiar tú solo. Toma medidas para mantener tu estado de ánimo y motivación estables durante todo el año, desde ALTEA Psicólogos podemos ayudarte en este proceso.
Psicóloga Sanitaria