¿Qué es el TDA-H?

Un trastorno que frecuentemente incluye problemas de conducta es el TDA-H. Veamos más sobre el TDA-H.  El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDA-H) es un trastorno que se engloba dentro de los trastornos del desarrollo neurológico.  

El TDA-H en niños. Síntomas

Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por (1) y/o (2):

Inatención:

Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:

  • Con frecuencia falla en prestar la debida atención a detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (p. ej., se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
  • Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (p. ej., tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o la lectura prolongada).
  • Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (p. ej., parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
  • Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales (p. ej., inicia tareas, pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).
  • Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (p. ej., dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
  • Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (p. ej., tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos).
  • Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej., materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles del trabajo, gafas, móvil). 
  • Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados).
  • Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (p. ej., hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).

Hiperactividad e impulsividad:

Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente a las actividades sociales y académicas/laborales:

  • Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
  • Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (p. ej., se levanta en la clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, o en otras situaciones que requieren mantenerse en su lugar).
  • Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.)
  • Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.  
  • Con frecuencia está “ocupado,” actuando como si “lo impulsara un motor” (p. ej., es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos). 
  • Con frecuencia habla excesivamente.
  • Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (p. ej., termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación).
  • Con frecuencia le es difícil esperar su turno (p. ej., mientras espera en una cola).
  • Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (p. ej., se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen otros).
  • Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años.
  • Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (p. ej., en casa, en la escuela o en el trabajo; con los amigos o parientes; en otras actividades).

Tipos de TDA-H

  • Presentación combinada: si se cumplen tanto los criterios de intención como los de impulsividad/hiperactividad.
  • Presentación predominante con falta de atención: si se cumplen solamente los criterios de inatención. 
  • Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: si se cumplen solamente los criterios de hiperactividad/impulsividad. 

Causas del TDA-H en niños

Los datos científicos de los que disponemos sobre las causas del TDA-H nos informan de las siguientes variables: 

  • Anatomía y funciones ejecutivas cerebrales. Existe un menor rendimiento en las zonas cerebrales que se encargan de mantener la atención y el nivel de actividad motórica. Así mismo, también existe un déficit en los neurotransmisores involucrados en las funciones de atención y movimiento como son la noradrenalina y la norepinefrina, entre otros. Además, existe un déficit funcional en el área prefrontal del cerebro, encargada de las funciones ejecutivas. 
  • Herencia genética: existe un alto componente de heredabilidad. Es muy frecuente encontrar que al menos uno de los progenitores del niño que padece TDA-H, también lo tenga, con una probabilidad de una de cuatro. Además, también es frecuente encontrar casos en la familia extensiva. 
  • Nacimiento prematuro.
  • Lesiones cerebrales graves. 
  • Síndrome de alcoholismo prenatal. Y no sólo la exposición al alcohol durante la gestación aumenta la probabilidad de padecer TDA-H, sino también el consumo de nicotina. 
  • La presencia de toxinas en el ambiente, como por ejemplo el plomo. 
  • Actualmente, comenzamos a entender que la exposición excesiva de pantallas en niños pequeños (menores de cuatro años, especialmente antes de los dos) puede promocionar la aparición de TDA-H. 

¿Cómo es un niño hiperactivo desde los 4 a los 6 años? 

No es recomendable diagnosticar un TDA-H ante de los siete años, ya que las conductas indicadoras de la presencia del trastorno son en sí mismas propias de esta etapa evolutiva anterior a esa edad. 

No obstante, algunas pistas que nos podrían indicar que estamos ante un niño/a con TDA-H podrían ser: le cuesta mantener el contacto ocular, se muestra especialmente aislado en juegos o actividades sociales, se muestra especialmente abstraído la mayor parte del tiempo, le cuesta prestar atención a cosas que al resto de niños le resulta interesantes o atractivas, le cuesta tener los miembros (brazos y piernas) quietos cuando está sentado, le cuesta seguir especialmente las normas, tiene un temperamento especialmente fuerte, tiene más rabietas de lo común según su grupo de referencia.  

¿Por qué hay tantos niños con TDAH?

No está claro si hay más niños/as con TDA-H o sencillamente hay más niños/As diagnosticados de TDA-H, lo que denominamos los falsos positivos. 

Además, existen etiquetas diagnósticas que si bien forman parte del TDA-H o se parecen mucho a este, no son exactamente este. Por ejemplo: tempo cognitivo lento o síndrome disejecutivo. 

Por otro lado, existen variables socioculturales que podrían estar detrás del aumento de diagnóstico de TDA-H:

  • Mayor concienciación y por lo tanto mayor visibilidad del problema que en épocas anteriores. 
  • Mayor importancia del rendimiento escolar que en generaciones anteriores. 
  • Cierta obsolescencia del modelo académico, que responde más a una sociedad industrial que a la sociedad creativa y emprendedora de hoy día. 
  • Mayor estimulación ambiental (uso de la tecnología) desde más temprano que resumimos en el concepto de pantallas
  • Menor presencia de cuidadores de referencia en el día a día, lo que disminuye el desarrollo de rutinas y disciplina (positiva) desde más temprana edad. 

¿Qué profesional hace un diagnóstico de un niño con TDA-H? 

El diagnóstico de TDA-H en niños debe hacerse por un/a profesional cualificado en la salud mental infanto-juvenil: psicólogo, psiquiatra o neurólogo. 

¿Qué problemas puede causar el TDA-H? 

Padecer un TDA-H sin ser tratado puede causar la aparición de otros trastornos como pueden ser trastornos de personalidad, trastorno explosivo intermitente y trastornos por uso de sustancias. Impedimentos para el aprendizaje.

Además, puede causar un fuerte desajuste social, escolar, laboral o y/o familiar. 

¿Qué se espera de un niño/a con TDA-H?

  • Que sean especialmente inquietos
  • Que se aburran con facilidad
  • Que cambien de actividades y aficiones con cierta frecuencia
  • Que sean muy intensos con aquella actividad o afición que les gusta
  • Que les cueste seguir rutinas, no sólo de estudio, sino también en tanto a las tareas de la casa, etc. 
  • Que necesiten ayuda externalizada para pasar los cursos, sobre todo a partir de cierto nivel escolar. 
  • Que les cueste seguir las normas sociales: en juegos, esperas en colas, respetar su turno, etc.
  • Que sean especialmente ensoñadores. 
  • Que tengan una creatividad desbordante. 
  • Que sean impulsivos en lo que hacen y dicen. 
  • Que sean especialmente ingenuos o en ocasiones infantiles en edades que se espera de ellos una cierta madurez mayor. 

¿Qué grado de discapacidad tienen las personas con TDAH?

Este trastorno puede ser constitutivo de minusvalía y en ocasiones alcanzar un porcentaje mayor al 33%. 

¿Qué puede empeorar el TDA-H?

Sobre todo, una falta de comprensión por parte del entorno del niño/a, tanto a nivel familiar como escolar, lo que frecuentemente incurre en conductas de su mundo adulto más inmediato centradas en regañinas excesivas, castigos, reprender, señalar, etc. Esto puede disminuir la autoestima del niño/a y como consecuencia directa causar desajustes a todos los niveles: sociales, académicos, familiares, etc. 

¿Cómo se comportan los niños TDA-H en la escuela?

Les cuesta mantenerse quietos/as, pierden fácilmente la atención, les cuesta seguir las explicaciones del profesor/a, a menudo molestan sin intención a sus compañeros cercanos, pierden o rompen sin querer material escolar, olvidan tareas y fechas importantes. 

¿Cómo ayudar a un niño/a con TDA-H?

Si usted sospecha que su hijo/a puede padecer TDA-H póngase en contacto con un profesional cualificado para adquirir pautas adecuadas en tanto al trato con su hijo/a. 

Así mismo, su hijo/a también podrá recibir una terapia adecuada a sus características, para adquirir poco a poco habilidades y destrezas a través de las cuales paliar sus dificultades personales. 

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