Alcoholismo y consumo de alcohol, fina línea que los separa.

Adicción a las drogas, Adicciones, Adolescencia, Adultos, alcoholismo, Autocontrol, Cambio de hábitos, Conductas inadaptadas / 19.04.2023

¿Cuándo el consumo de alcohol se convierte en alcoholismo?

Hoy en día, en la sociedad que vivimos está totalmente normalizado el consumo de alcohol, sin embargo, es importante conocer cuales son los límites que no se deben sobrepasar para no caer en un problema de consumo de alcohol o comúnmente conocido como alcoholismo.

En este artículo podrás conocer un poco mejor qué es el alcohol, cuales son sus efectos a corto y largo plazo, y sobre todo a saber identificar cuando la ingesta puede considerarse un problema peligroso y nocivo para la salud. 

¿Qué es el alcohol?

El alcohol es considerado una droga depresiva y con el tiempo va enlenteciendo las funciones del cerebro y afectando a la capacidad de autocontrol.

Este alcohol que ingerimos se absorbe en el aparato digestivo, pasando por la circulación sanguínea y permaneciendo en ella hasta 18 horas. Sin embargo, al poco tiempo de la ingesta, pueden aparecer los primeros síntomas a corto plazo o efectos secundarios del alcohol, cuya manifestación depende de la cantidad consumida y las características personales de la persona.

Alcohol

Efectos o síntomas a corto plazo del consumo de alcohol.

Por orden de aparición en el tiempo y en relación con la concentración en el organismo, los primeros efectos secundarios son los siguientes:

  1. Desinhibición
  2. Euforia
  3. Relajación
  4. Aumento de la sociabilidad
  5. Dificultad para hablar
  6. Dificultad para asociar ideas
  7. Descoordinación motora
  8. Intoxicación aguda

En los casos en que la concentración de alcohol en la sangre alcance o supere los 3 gramos de alcohol por litro pueden parecer apatía y somnolencia, coma o incluso muerte.

Características personales que influyen en los efectos del consumo del alcohol.

Además de la cantidad consumida de alcohol, lo cual es significativo, hay otras características pueden agravar o acelerar dichos efectos.

  1. La edad. Los jóvenes en general son más sensibles a los efectos del alcohol que están relacionados con la planificación, memoria y aprendizaje, y son más resistentes que los adultos a los efectos sedantes y a la descoordinación motora.
  2. El peso y el sexo. En general, cuanta menos grasa corporal haya, más afecta el alcohol, es por este motivo por el que a la mayoría de las mujeres, al tener menos masa corporal y sus órganos son más pequeños en proporción a los masculinos, con menor cantidad de alcohol se pueden generar daños psico-orgánicos más fácilmente que en los varones.
  3. Cantidad y rapidez de la ingesta. Según la cantidad de alcohol ingerida, puede considerarse de bajo riesgo, alto riesgo o peligroso. Cuanto mayor cantidad de alcohol se ingiera en menor tiempo, mayor es la probabilidad de sufrir una intoxicación. 
  4. Combinación con bebidas carbónicas (tónicas, cola, etc). Acelera la intoxicación.
  5. Ingestión simultánea de comida. Esto puede enlentecer la intoxicación, especialmente si son alimentos grasos,  pero no evita ni reduce los daños del organismo.
  6. Combinación con otras sustancias. Combinar el alcohol con otras sustancias tranquilizantes, relajantes musculares y analgésicas, potencia los efectos sedantes del alcohol. Al combinarlo con cannabis, se potencian también los efectos sedantes de ambos, sin embargo, la combinación con cocaina, que es un estimulante, los efectos se contrarrestan, pero la toxicidad de ambas sustancias es mucho mayor que si se consumieran por separado. 

Todas estas variantes pueden dar lugar a los efectos a corto plazo que hemos visto según cuales sean las características exactas que se den en la persona que consume alcohol, sin embargo, ¿Cuándo podemos sospechar que se trata de alcoholismo, teniendo así un consumo abusivo y nocivo para salud de una persona, poniendo su vida en peligro? Veámoslo.

Consumo de riesgo de alcohol.

Alcoholismo

Estas unidades son el límite de riesgo por el cuál, consumir por encima de esto es considerado como un problema de salud relacionado con el alcohol.

HOMBRE: 40g/día (4U) o 280g/semana (28 UBE)

MUJER: 20g/día (2U) o 170g/Semana (17 UBE)

CONSUMOVARÓNMUJER
Bajo RiesgoHasta 17UBE/SemanaHasta 11 UBE/Semana
Alto RiesgoEntre 17 – 28 UBE/SemanaEntre 11-17 UBE/Semana
PeligrosoMás de 28 UBE/SemanaMás de 17 UBE/Semana

UBE significa unidades de bebida estándar, para hacernos una idea estas son las bebidas más comunes y sus respectivos UBE.

TIPO DE BEBIDAVOLUMENUBE
Vino1 vaso (100 c.c.)1 UBE
Cerveza1 caña (200 c.c)1 UBE
Licor1 copa (50 c.c)2 UBE
Cubata1 combinado2 UBE

Entonces, ¿Qué es el alcoholismo o trastorno por consumo de alcohol?

Según la OMS el alcoholismo se define como «como cualquier deterioro en el funcionamiento físico, mental o social de una persona, cuya naturaleza permita inferir razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho trastorno», es decir, en otras palabras se podría definir como un abuso excesivo del alcohol, de una forma prolongada y continuada en el tiempo, generando una dependencia a dicha sustancia. 

El alcoholismo o el trastorno por consumo de alcohol se caracteriza por tener grandes problemas para controlar la ingesta, independientemente de sus consecuencias a corto y largo plazo, afectando a su salud mental propia y a sus relaciones interpersonales, principalmente familiares y sociales.

¿Cómo detectar un problema con el consumo de alcohol o alcoholismo?

A veces nos resulta complicado ver la gravedad del problema, es por ello que aquí facilitamos indicadores o señales de un posible problema de adicción, que ojo, no un síntoma aislado ya es indicador  de dicho trastorno, sino que es necesario que se observen de forma continuada y conjunta varios signos para poder intuir dicho problema.

Los signos o señales más importantes son:

  1. La tolerancia. Este se refiere a la necesidad que tiene la persona de beber más cantidad de alcohol para lograr los mismos efectos. Cada vez se necesita más ya que el organismo se acostumbra. 
  2. El Síndrome de abstinencia cuando no se consume. Este síndrome se caracteriza por un cuadro de malestar físico que se calma con el consumo.
  3. Aumento del deseo de beber alcohol, se emplea más tiempo en el consumo y en recuperarse de sus efectos.
  4. Cambio en hábitos respecto al consumo, bebe en solitario, generalmente ocultando su conducta a las personas que le rodean.
  5. Falta de control en la ingesta de alcohol, tanto de la necesidad de beber, como del control de la cantidad de ingesta o de la suspensión del consumo.
  6. Falta de interés. La persona muestra una falta de interés por todo aquello que no sea conseguir lo necesario para el consumo, todo lo que parecía motivarle antes, carece de importancia, llevando a desvincularse de las relaciones afectivas y de sus responsabilidades.
  7. Cambios significativos en el estilo de vida. En los ritmos del sueño y vigilia; cambio de horarios, de hábitos de comida…etc.
  8. Cambios en la forma de comunicarse caracterizados por un aumento de la agresividad, lo que trae repercusiones tanto en el entorno familiar como laboral.
  9. A pesar de las consecuencias y repercusiones negativas en su salud y a nivel social la conducta de consumo persiste
  10. Lagunas o lapsus de memoria.

En general hablamos de un deterioro del estado de salud, empeoramiento del estado de salud general, provocado por los hábitos de consumo y el estilo de vida.

Abuso del alcohol

Efectos o síntomas a largo plazo del consumo de alcohol.

Además de todo lo que ya ha cambiado en la vida de una persona alcohólica a corto plazo, hay también una serie de enfermedades a largo plazo asociadas al trastorno por consumo de alcohol.

  1. Intoxicación alcohólica aguda
  2. Hepatopatía alcohólica
  3. Aparato digestivo: gastritis, pancreatitis, tumores digestivos, etc.
  4. Aparato cardiocirculatorio: miocardiopatía, arritmias, hipertensión
  5. Sistema nervioso: ictus, enfermedades nutricionales, etc.
  6. Problemas psicológicos: depresión, insomnio, demencias, trastornos de memoria, aumento agresividad, etc.

Pero, ¿Cómo prevenimos el alcoholismo?

Tanto si eres tú mismo quien se encuentra en esta situación, o es un familiar o conocido quien te gustaría que saliera del alcoholismo, estas recomendaciones te pueden ayudar a salir de estos hábitos tóxicos. 

  1. Psicoeducación. Hablar sin tabús sobre los problemas a considerar. Transmitir desde casa una serie de valores y conocimientos que hagan entender el problema desde pequeños.
  2. Tener un estilo de vida saludable con hábitos buenos de alimentación, dieta, sueño, etc. 
  3. Hacer ejercicio o actividades de ocio y tiempo libre que permitan su diversión.
  4. No tener alcohol en casa.
  5. Festejos sin alcohol.
  6. En el caso de ser adolescentes, controlar el dinero que manejan y evitar el acceso a la economía del hogar, para evitar así posibles robos de dinero para el consumo.
  7. Si ya se trata de un problema con el alcohol, acudir a comunidades terapéuticas.

En conclusión, la adicción al alcohol es un problema grave que afecta a muchas personas en todo el mundo. Sin embargo, no es el único tipo de adicción que está a la orden del día en la sociedad actual. Además de las luchas contra el abuso de sustancias, también debemos enfrentar el desafío de la adicción a las nuevas tecnologías.

Ante toda esta información, desde el equipo Altea Psicólogos esperamos que te haya sido útil. Sin embargo, pide ayuda si lo requiere, pues una buena intervención temprana puede evitar la mayoría de estas consecuencias. Estaremos encantados de atenderle. 

Lucía Ruiz Jiménez

Psicóloga.

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